En el colegio San Ignacio, algunas aulas tradicionales han sido transformadas en espacios más amplios y amigables para poder trabajar por proyectos multidisciplinares hasta con 60 alumnas y alumnos, al igual que han hecho otros centros. Y es que las aulas que se perfilan para el futuro inmediato cada vez tienen menos que ver con la disposición tradicional en filas ante una pizarra, tal y como estamos acostumbrados a ver.
Este curso escolar 2018-2019 ha comenzado la implantación de su nuevo marco pedagógico, bajo la marca CAMINA, que busca mejorar y actualizar un modelo educativo que se adapte a las necesidades de los alumnos y de la sociedad del siglo XXI. Este modelo está basado en metodologías activas, pensamiento crítico, idiomas, atención a la diversidad, uso de TICs, compromiso social y el trasfondo de la espiritualidad ignaciana.
CAMINA es un proyecto educativo que pone al alumno como centro del proceso de enseñanza-aprendizaje. No abandona el rigor ni el esfuerzo y prima la atención individualizada del alumno, la colaboración de las familias, la implicación del profesorado, etc. Se trata de un cambio no solo educativo, sino global y transversal al colegio, abarcando espacios pastorales y paraescolares. El objetivo último de esta nueva forma de educar es que los alumnos y alumnas del colegio Jesuitas acaben su formación en el centro siendo personas conscientes, compasivas, comprometidas, competentes y creativas.